sábado, 8 de marzo de 2014

"La Mujer Libanesa" de Nínawa Daher


Ojalá todas las mujeres vivan hoy y todos los días, un hermoso día.Compartimos una nota escrita por Nínawa en el año 2009 donde resume…La mujer libanesa mezcla de ángel y capitana, perfecta muestra del cedro fuerte que crece a pesar de las adversidades, y el agua del Mediterráneo, que se adapta al viento que sopla en su orilla.

La mujer libanesa tiene una mezcla de ángel y capitana. Por un lado protege al hombre y a sus hijos y por el otro comanda la mejor nave fenicia, que es su familia.

Así es la mujer libanesa: femenina, dulce, comprensiva, sumisa. Pero también, de gran carácter, inteligente, trabajadora, activa y luchadora. Una mezcla perfecta que reluce según las circunstancias. La mujer de los cedros nevados sabe de oportunidades. Cuando el marido le pide algo, ella lo hace. Cuando le sugiere algo, lo agradece. Cuando se enoja con ella, sabe pedir perdón. Cuando su esposo la necesita, ella siempre está. Pero también, cuando el marido se equivoca, encuentra el modo perfecto para hacérselo saber sin que él se sienta disminuido. ¡Cuánto equilibrio que hay que hacer para ser una mujer libanesa! Un malabarista sabrá de qué hablamos, pero no tanto. Porque el equilibrio que necesita toda mujer del Líbano, es espiritual y proviene del alma. De un alma madura, conciente y práctica a la vez que muy sentimental. A un hombre libanés nunca lo hará sentir inferior ni errado. Siempre tendrá mucha atención en alabarlo en los momentos de mayor crisis y en llamarle la atención cuando la calma de la oportunidad lo permita.

Pero la mujer libanesa no se completa sin los hijos. Una dama de los cedros siempre buscará formar una familia y nunca dejará de inculcar los valores, las tradiciones, la religión y las buenas costumbres. Para una familia libanesa, la educación será lo primero y quien estará siempre con los niños será la madre, la capitana, la que conducirá el barco con la mayor suavidad pero con la suficiente firmeza para que no pierda el rumbo.
“¿Cuántos hijos tendremos?” Se preguntará el hombre, a lo que ella responderá: “Los que Dios disponga”. La palabra Dios estará siempre presente en sus respuestas, porque ante todo, la mujer libanesa es una persona de Fe.

Nacerá el primer hijo, le colocarán un nombre decidido por el hombre pero a sugerencia de la mujer, y comenzará a desarrollarse un fuerte vínculo entre ella y el niño. El padre participará tímidamente en los primeros meses para luego aprender, con la fundamental ayuda de la mujer, a crear el mejor de los vínculos con su hijo.

La mujer del mar Mediterráneo tiene la gran responsabilidad de lograr una armonía en el hogar. Sólo ella puede provocarla. Si una familia parte de la base de una madre egoísta, solitaria, nerviosa y angustiada, el futuro que le depara a sus integrantes no será muy auspicioso. La mujer es la base de la entrega del amor. Ella y sólo ella, podrá calmar a un marido enojado, o a un niño llorando. Y lograr que en el hogar reine siempre un clima amigable y alegre.

Pero luego de formar una familia, la mujer del país de las cuatro estaciones, seguirá coqueta y elegante. Nunca una mujer libanesa dejará de lado su estética, ni al levantarse, ni al acostarse. Cuidará su cabello e irá a la peluquería todos los días. Pintará sus uñas con diseños exclusivos y variados colores. Se maquillará con colores finos pero combinables y se vestirá sexy y elegante, para deslumbrar a la única persona que tiene en mente: su marido.

Así es la mujer libanesa, una mezcla perfecta entre el cedro fuerte que crece a pesar de las adversidades, y el agua del Mediterráneo, que se amolda a los vientos que soplan en su orilla.

Nínawa Daher

*Nínawa Daher es argentino – libanesa. Abogada y periodista, conduce el programa “Desde el Aljibe” que se emite por Canal 7 Argentina y es Analista Int
ernacional en C5N (Canal 5 Noticias).

Nota presentada a los medios para el día de la mujer en el año 2009

Agradecimientos a Fundación Nínawa Daher

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