Por un periodismo comprometido y con valores que no pasan de moda comparto con ustedes esta nota del Lic. Francisco Javier Correa
Nínawa fue periodista.
Esto es eco de las verdades cotidianas que brillan y hacen brillar.
Difusora de palabras claras que la hicieron hidalga y de estirpe real.
Nínawa entendió que "comunicar" es "redimir", rescatar del fango de la superficialidad al corazón tibio, para convertirlo en brasa ardiente que ilumina y da calor, en medio de la oscuridad.
Nínawa fue periodista… y por eso la celebro.
Sus ojos y su sonrisa le dieron a su profesión colores tan sacros como femeninos....y ella lo sabía. Le dio a su belleza e inteligencia una misión litúrgica. Por eso lo aceptó como don venido de lo alto que debía agradecer... con el deber de florecer. Su rostro es un vitral en la Catedral del cielo. A través de ella queremos mirar y contemplar la dignidad de nuestra profesión, como comunicadores y locutores.
Nínawa fue una joven magna, y la magnanimidad es el otro rostro de la humildad. La verdadera humildad no inquieta, no desasosiega ni alborota el alma, por grande que sea, sino que aporta paz, serenidad y sosiego a su alrededor. Nínawa fue sembradora de humildades nuevas en un mundo altanero y difícil. Por eso mismo su labor profesional y personal tuvo tanto de mística, de gestos heroicos y poesía de amor altivo. Nínawa fue portavoz de bellezas nuevas, por eso conquistó las almas, las inteligencias diáfanas y al mismo Dios que la quiso para sí... pues estaba madura para el Reino. Fue revestida de improviso como esposa del Eterno para vivir el desposorio de las almas superiores y fecundas.
La Fundación Nínawa Daher no es otra cosa que la presencia esponsalicia, ya que por ella, Nínawa misma sigue "dando a luz" incontables hijos espirituales para su cielo.
Nínawa esta desposada con la eternidad y la infinitud para darnos una lección: no se puede ser periodista genuino si no se brilla desde lo alto, desde lo superior, haciendo de lo cotidiano una caja de resonancia de los valores trascendentes. Cada entrega de becas de la Fundación, cada gesto de solidaridad, es un acto festivo donde se asume el compromiso de ser veraces, incansables, fecundos, sencillos y audaces para vencer con el amor y por el amor.
Imploramos al cielo para que Nínawa siga "dándonos a luz" con el ímpetu de su sonrisa que consuela y la luminaria de sus ojos que nos dan seguridad en el camino que nos queda por andar.
Junto a ella... celebro mi cercanía y mi reverencia profesional... y varonil.
Lic. Francisco Javier Correa.
Muchísimas Gracias a la Lic. Alicia Daher, Presidenta de la Fundación Nínawa Daher -Por una Vida Digna-
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