Señor Director:
"Escribo porque he notado algo diferente en los chicos, comparándolos con años atrás.
"Puedo asegurarles que antes se decían verdaderos piropos. Ahora uno recibe directamente insultos y groserías. Si una es gorda, se tiene que aguantar (con lo que significa ahora eso lamentablemente) que le digan como muy suave: "¡Vaca!" Antes eran mucho más suaves; ahora ese mismo grupo se transformó en una máquina de acomplejarnos y hacernos sentir también, en muchos casos, "prostitutas".
"Estos chicos de los que les hablo lo único que logran es hacernos sentir muy poca cosa como adolescentes, niñas o mujeres. Por supuesto, lo mejor es no escucharlos y tener nuestra estima en perfectas condiciones, pero no quiero pensar en las chicas que están acomplejadas por algún motivo y reciben los alentadores piropos de estos despreocupados de la vida.
"Realmente hay una deformación del respeto que un día Eva Perón pidió por las mujeres. Que no sólo se debe ver a nivel macho, sino en las pequeñas situaciones de la vida, simplemente cuando el hombre se encuentra frente a la mujer y lo único que hace es denigrarla y basurearla. Y es en serio, sin exagerar."
Nínawa Daher - Estudiante de Abogacía UBA
Carta aparecida el 04 de marzo de 1999, en Diario La Nación - Sección Opinión - Carta de Lectores
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